Peer Gynt en el Teatro Degollado

Peer Gynt de Henrik Ibsen es una de las obras clásicas más famosas de la historia del Teatro. En esta ocasión presentada como espectáculo multidisciplinario: teatro-música-ópera-danza, muy parecida a nuestra última producción; Amadeus.
Narra la vida de Peer Gynt desde los 23 hasta los 78 años y sus encuentros con gnomos, seres invisibles, mujeres hermosas y mujeres duendes. Enviados celestiales y hasta el mismo diablo. Pero destaca Solveig su amada que lo esperó toda una vida como prometió. La música de Edvard Grieg ha sido interpretada por todas las orquestas del mundo y ha sido parte de quizás más de 100 películas, animaciones, y series de televisión. Es una oportunidad única en Guadalajara para ver, disfrutar y reflexionar con la obra denominada: «el fausto noruego», que está en el oído de todos aunque no lo sepamos. es el proyecto más ambicioso de Concerttante hasta ahora, después de obras como «La Ópera de los 3 centavos», «El Niño y los Sortilegios» y «Amadeus», viene Peer Gynt.

FRAGMENTOS DE UNA ENTREVISTA INTERMINABLE IV

CONTINUANDO CON LOS PERSONAJES DE “PEER GYNT”, ¿NOS PUEDE HABLAR DE SOLVEIG Y SU LARGA ESPERA?

“Al diablo todas las mujeres”, dice Peer, “todas menos Una”. Solveig es la Única, como lo escribe Heinrich Heine en el poema que musicalizaría Robert Schumann para su ciclo: “Los Amores del Poeta”:

La Rosa, la Lila, la Paloma.
Las amé una vez a todas con deleite.
Ya no las amo más, amo solamente
A la pequeña, la fina, la pura, la única;

Ella misma, es toda delicia amada,
Es Rosa, Lila, Paloma y Sol.
amo solamente
A la pequeña, la fina, la pura, la única.

Peer Gynt tiene un atisbo de que la esencia de Solveig es inalcanzable. Pregunta a Ingrid: “¿Cuándo uno te mira hay gozo en el corazón?” pero esta no entiende.
Desde su primer encuentro nace un poderoso vínculo entre Solveig y Peer. La fama de este último lo precedía y al saber su nombre, Solveig se aleja en la fiesta de Hegstad. Peer la ofende envalentonado por la bebida, creyendo que ella se avergüenza de su aspecto de vagabundo, pero Solveig de inmediato aclara que no es así. Ella confiesa el temor a sus padres, quienes son muy estrictos. Peer rechazado decide raptar a Ingrid, la hija del dueño de Hegstad, y todos lo ven partir con ella a cuestas por la montaña, incluso Aase la madre de Peer y Solveig.
Solveig y su hermana acompañan a Aase a buscar a Peer en las montañas, pues la madre teme que los duendes puedan atraparlo. (Él fue bautizado cristiano y los duendes tienen un detector muy fino para esa clase de olores.)
Peer abandona a la mañana siguiente a Ingrid quien lo amenaza antes de volver a casa de su padre. Luego encuentra a unas pastoras llamando a Trond, Baard y Kaare. (Duendes más feroces aún que los Dovregubben.) Días después seduce a una hermosa mujer verde, la hija del rey de Dovre, pero pide auxilio cuando los Dovregubben están por descuartizarlo: suenan las campanas de la iglesia que ahuyentándolos. Viene el encuentro con Böig, relatado la semana pasada, e invoca a la muchacha devota con el libro de salmos, para que arroje su libro al ojo de la creatura. Peer Gynt es liberado despertando con Helga y Solveig su lado, pero fanfarronea y niega la ayuda de Solveig quien sabe que las campanas lo salvaron.
Antes del siguiente encuentro con Solveig, pasan muchas cosas: Aase es despojada de todo y sólo la dejan vivir en su casa hasta que muera. A Peer lo han desterrado al bosque y cualquiera tendrá derecho a dispararle o colgarlo si lo encuentran cerca. También fue amenazado por los Duendes de Dovre que lo atormentan por las noches. Pero Peer es ahora un “hombre trabajador” tiene que abastecerse a si mismo y está terminando su cabaña cuando aparece Solveig: “Dios bendiga tu trabajo, no me rechaces.” Peer está maravillado, ¿cómo es posible que la mujer amada “la única” haya venido a vivir con él. “¿Estás segura?” pregunta Peer. “El camino que he andado no se puede desandar.”
En ese momento Solveig y Peer forman parte de las grandes parejas de la historia del amor: “Romeo y Julieta”, “Paolo y Francesca”, “Abelardo y Eloisa” “Beatriz y Dante” “Laura y Petrarca”, etc. Solveig decide abandonar a su familia e ir a buscar al amor de su vida, al proscrito Peer Gynt. Son responsables de sus deseos y están dispuestos a vivir juntos. Es una historia de amor muy poderosa, que podría culminar aquí, pero Peer va por leña mientras Solveig entra a la cabaña. En el camino encuentra a una horrible mujer con un niño cojo y mencionan que Peer es el padre de la criatura. Este lo niega, pero la mujer dice que es la hija del Rey de Dovre a quien abandonó, y lo amenaza: “si no sacas a la que está adentro, ambas alternaremos contigo…”.
Peer recuerda las palabras de Böigen: “Da la vuelta.” Aunque tuviera sus brazos tan largos como abetos, jamás podría mantener pura a Solveig, por lo que se marcha. Solveig pregunta si viene: pero la respuesta es: “Tendrás que esperar.” A lo que Solveig añade: “esperaré.”

30 años después, Peer con una gran éxito económico y no precisamente moral, encontrará a Anitra, quien lo abandona en el desierto. En Noruega canta “una mujer en la montaña”. Ibsen la mantiene oculta para Peer.
Al final Gynt vuelve a Noruega con 76 años y creyendo que nadie lo espera. Hasta que pasa cerca de la cabaña que construyó y extrañado niega lo evidente, pero escucha cantar a Solveig y con gran dolor constata: “una que ha recordado y uno que ha olvidado…. Y que jamás pueda jugarse de nuevo.” Se refugia en el bosque donde tiene encuentros con seres y presencias de más allá, hasta que comprende que su única salvación es encarar a Solveig y recibir sentencia. Nos encontramos con una elipsis de 50 años, el momento en que decidió partir de noruega para salvar a Solveig y ahora regresa para que ella lo salve. Va derecho a casa pues necesita ser culpado de lo contrario será fundido con las almas de los otros y perderá su identidad.
Peer pide a Solveig dictar su sentencia, pero responde: “Nada malo has hecho mi único amor, convertiste mi vida en un canto de esperanza.” Peer se desespera pues teme perder su esencia para siempre.” Pero Solveig firme aclara que siempre fue él mismo en su fe, su esperanza y su amor. “Madre, Esposa, Mujer sin mancha” dice a la que intercedió por él: “Cobíjame bajo el manto de tu alma.” Aparece el rayo de la luz del día que da por terminado el viaje del duende, y Peer Gynt vuelve a ser él mismo.

Epílogo:
En estos meses anteriores a nuestro estreno: 3, 4 y 5 de noviembre, he sido cuestionado sobre qué mujer esperaría tanto como Solveig. Creo que está hermanada con Senta del “Holandés Errante”, y poseen la sabiduría del llamado del destino. Para mi es una personificación pura de la mujer en el mundo: la redentora, la madre, la mitocondria. Esa Esposa con una madurez, que permite las faltas de su pareja a lo largo de su relación, esperando que vuelva a ella maduro y consciente de que en la relación sólida de una pareja se encuentra el “verdadero Imperio”.
Vivimos otros tiempos, y a veces no es la mujer, sino el hombre quien asume la madurez, pero creo que el ideal es el equilibrio entre perdón y culpa, alternando por una relación que nos acerque al amor verdadero.

Jorge Taddeo

FRAGMENTOS DE UNA ENTREVISTA INTERMINABLE III

AL ACERCARNOS AL “PEER GYNT” DE IBSEN, LECTORES, ACTORES Y PÚBLICO,
NOS DAMOS CUENTA QUE ESTÁ LLENA DE SIGNIFICADOS QUE SE ESCAPAN TRAS
UNA PRIMERA LECTURA, O VARIAS, POR LO QUE QUEREMOS QUE NOS HABLE
SOBRE UNO DE LOS PERSONAJES MÁS EXTRAÑOS DE TODOS: EL BÖIGEN.

La obra es de una complejidad tremenda, parece que entre más profundo nos sumergimos, esta nos evade y en momentos se vuelve inabarcable, pero con un proyecto escénico como el del próximo noviembre, es importante tomar decisiones precisas o de lo contrario seríamos presas un mundo semejante al del Böigen. Entre los personajes de Peer Gynt, Ibsen lo menciona como “Una voz en la obscuridad”. Y el cuadro del encuentro entre Peer Gynt y el Böigen está planteado para estar completamente obscuro, lo cual confundió mucho al público, pero también como ustedes lo mencionan, a lectores, actores y directores. En el cuadro anterior al encuentro con Böig, Peer Gynt se enfrenta con los duendes, pues sedujo a la hija del Rey. Están a punto de descuartizarlo, Peer traiciona su reciente promesa de convertirse en duende, y no se responsabiliza por el embarazo de la Mujer de Verde. Grita desesperado: “Socorro Madre, me muero…”, entonces suenan las campanas de una iglesia, lo que provoca que los duendes huyan aterrados. Pero Peer debe salir de ese reino aún y el portal que se lo impide es esa obscuridad tremenda en donde reina otra especie de Troll, que no tiene forma pero está en todas partes. Peer sólo escucha sonidos como si se tratara de una serpiente, intenta salir de ahí pero a donde dirige sus pasos se topa con ese algo indefinido, lo que lo lleva a preguntar angustiado: ¿Quién eres? “Yo mismo” responde Böig. Peer insiste pero obtiene la misma respuesta y una nueva pregunta: “Soy yo mismo. ¿Puedes tú decirlo?” A lo que Peer sin comprender, contesta agresivamente, luchando contra una sombra que no puede ser atacada. El Böigen se burla de Peer: “Sí, fíate de los puños, así llegarás a la cumbre”. “El gran Böigen vence sin luchar”. “Da la vuelta” dice Böig, y Peer reflexiona: “Vaya o venga es la misma distancia, dentro y fuera es igual de estrecho”. Peer se araña y muerde para sentir su propia sangre y llegan aves con graznidos pidiendo a Böig, que lo extermine. En sus últimos momentos Peer invoca a Solveig, y le pide que arroje su libro de salmos a los ojos del Böig. “Demasiado caro se paga una hora de tan agotador juego” dice Peer antes de desplomarse. Pero el Böigen no puede exterminarlo y confiesa: “era muy fuerte, había mujeres que lo protegían”. A partir de aquí, Peer está completamente marcado y a lo largo de la obra encontraremos muchos momentos donde vuelve a citar al gran Böigen, aunque su recuerdo a veces sea vago, y en otros momentos lo lleve a una auténtica comprensión. Incluso cree encontrarlo de nuevo cuando está frente a la gran Esfinge en Egipto, lo recuerda como al que golpeó en plena cabeza y después evade el recuerdo aclarando que en realidad lo soñó.
Así que hay mucho material para digerir. A lo largo 150 años muchos han
reflexionado sobre esto, así que intentaré dar una visión general sobre quién es el
Böigen.
Se habla de que el Böigen es el mismo Peer Gynt, o la voz interna de Peer o su “álter ego”. Antes de este encuentro, Peer soñaba con ser Emperador, incluso casi llegó a ser el heredero del reino de los Trolls. Pero después de Böigen, el protagonista va a desarrollar una idea fija paralela a su deseo de ser emperador, que consiste en siempre ser él mismo. “Peer, Peer y siempre Peer”. Quizás un tanto picado por la pregunta del Böig: “¿Puedes tú decir que eres tú mismo?”, y preguntaría yo: ¿Podemos nosotros decirlo?. Las preguntas de Peer al Böigen: ¿Quién eres? o ¿Qué eres? Nos llevaría a la necesidad de escarbar en nuestra región más oculta, ir en busca de esa “voz en la obscuridad”: el Gran Böigen. Pero al mismo tiempo hay otra orden de Böig: “Da la vuelta, Peer”. No lo intentes. Obedece a tus dudas y quédate donde estás. Esa voz interior alimentada por el miedo. (El rey de Dovre le dice a Peer: “La fe puedes conservarla, eso que ustedes llaman fe, nosotros lo llamamos miedo.) La voz de la sociedad que te pide que escojas el mismo camino que todos, neutralizando tu auténtico “yo mismo”. Pero la figura que para mí tiene más sentido la llamaré el “Doppelgänger práctico”. Imaginemos que nuestra carrera de vida es contra alguien completamente idéntico a nosotros mismos: mismas capacidades, sensibilidad, posibilidades, etc., pero mientras nosotros dosificamos nuestras tareas diarias, el otro yo se prepara física, emocional y mentalmente, sin dar nunca una tregua, al grado que con el tiempo este “Doppelgänger práctico” nos ganará la carrera indefectiblemente. En el libro “La divina locura y la paradoja absurda. El Peer Gynt de Ibsen y la Filosofía de Kierkegaard”, Bruce G. Shapiro, habla sobre la influencia que ejerció el filósofo sobre el dramaturgo, sobre todo en el planteamiento del hombre estético y el ético. El hombre que se sirve con la cuchara grande de los placeres: Peer como Duende de Montaña, Explorador, Profeta, etc., y el que elige un solo camino. La eterna dicha o el eterno ardor. Lo uno o lo otro. Todos o uno mismo. Y sobre esto Shapiro va anclando cada momento del viaje de Peer Gynt, para que en el final del viaje haga la transición del Esteta al Ético. Por lo que ve las preguntas de Böig como: yo soy un “ser ético” ¿puedes decir tú lo mismo mientras permaneces en el terreno de lo “estético”?. ¿Estás dispuesto a luchar en verdad por una meta única y abandonar el mundo de los placeres? ¿A ser tú mismo? ¿A buscar esa voz interna en lo más obscuro de ti mismo? Ibsen negaba la influencia de Kierkegaard, como muchos otros pensadores, al parecer la esposa del dramaturgo era una mujer muy culta, hija de un bibliotecario, y fue quien puso en contacto a Ibsen con el pensamiento de Kierkegaard. De cualquier forma Ibsen revolucionó sin duda no sólo la historia del Teatro sino también la gama y la psicología de los personajes.
Así como la voz en la obscuridad, hay también una voz en la montaña, donde nuevamente Ibsen decide ignorar el nombre del personaje deliberadamente, pero sobre eso escribiré en mi próximo texto.

Jorge Taddeo

XXII ANIVERSARIO

XXII ANIVERSARIO DE
CONCERTTANTE
VISIÓN INTEGRAL DEL ARTE

Creo que los aniversarios nos sirven como referente para voltear al camino andado, y comprobar que no paramos tanto como creíamos.
Concerttante nació como otros proyectos que vendrían, en primer lugar para obligarme a trascender mis limitaciones, para arrojarme a un vacío y esperar encontrar un asidero en esa caída vertiginosa, como la de Peer Gynt y el reno narrada a su madre Aase al principio de la obra de Ibsen.
Sería mentira afirmar que hace 22 años ya contaba con una visión coreográfica, musical, escénica o incluso culinaria, y también lo sería decir que he llegado a un alto en el camino, pues conforme pasan los años, el aprendizaje y el trabajo se vuelven más intensos, con un resultado que me llena de orgullo por tener no sólo la capacidad de llevar a cabo propuestas cada vez más ambiciosas a nuestros escenarios a través de Concerttante, sino el haber conformado un equipo sumamente profesional: la colaboración con artistas, creativos, amigos, instituciones, familia, y medios de comunicación, todos muy valiosos que tendrían como resultado una lista enorme, pero destacan sin duda y en primer lugar Lucy Arce, mi coreógrafa de cabecera y compañera de tantos años, con un temperamento tan feroz como el mío, pero afortunadamente impregnado también del suficiente tacto en ambos, para permitirnos convivir y crear en los altos niveles artísticos que siempre nos exigimos.
En los primeros programas de Ballet-Ópera con que inició Concerttante, desde la plataforma de Música de Cámara Escénica, nos acompañó al piano Marita Zimmer, con quien he interpretado una cantidad enorme de repertorio de Canción-Arte. Contamos con la fortuna de que se televisara el primer programa de Concerttante, y se transmitiera en muchísimas ocasiones. Creamos un segundo programa con repertorio moderno que incluía obras de Stravinsky, Prokofiev, Tchaikovsky, etc., y años después colaboraría con nosotros también la pianista Gabriela Flores con quien hicimos una gira en el Festival “Cervantes en todas Partes” de Guanajuato. A ese Festival volveríamos años después acompañados por la pianista Ala Milchtein. Podría seguir narrando otros encuentros, pero creo que el momento fulgurante se dio con la puesta en escena de “la Ópera de los 3 Centavos” de la que fui Director Artístico, e interpretaba a Mackie Navaja, lo que sólo fue posible por el excelente equipo que nos respaldaba: el “Mosco” Aguilar como director de escena y escenógrafo, Lucy Arce como coreógrafa, Gil Cervantes como director musical, y Julia y Renata como diseñadoras de vestuario teatral, junto a un elenco genial que incluía a Jesús Hernández, Javier Lacroix, Samantha Robles, Vera Wilson, Leiden, Mauricio Cedeño, entre muchos otros., este Espectáculo tras un performance unas semanas antes, prácticamente inauguró una nueva época del L.A.R.V.A., en aquel entonces la Directora de Cultura de Guadalajara era la Dra. Myriam Vachez quien incondicionalmente apoyó esta ambiciosa producción completamente local, y para nosotros fue muy grato ver su reacción ante una puesta que creo superaba por mucho las expectativas que se tenían para el proyecto.
Vendrían otros proyectos importantes como “Cenizas a las Cenizas” de Harold Pinter obra en que dirigí a Jesús Hernández y Samantha Robles nuevamente, con escenografía de José Carlos Pelayo. La obra estuvo de gira en el circuito centro-occidente.
La ópera infantil “El Niño y los Sortilegios” con la OFJ dirigida por la Beba Rodríguez, Coreografía de Lucy Arce y la Dirección Artística y Escénica a mi cargo. El diseño escenográfico nuevamente fue de José Carlos Pelayo y la realizaron en el taller del “Mosco”, Centro Centro.
Por supuesto vendría AMADEUS que literalmente fue ayer, con Samantha Robles en el protagónico y como su antagonista Eduardo Villalpando en el rol de Antonio Salieri. La escenografía estuvo a cargo de José Carlos Pelayo y la coreografía una vez más fue de Lucy Arce, conmigo como Director Artístico y Escénico. En esta obra volvió a escena Ana Sosa quien ya había participado en 3 centavos, interpretando ahora a uno de los venticelli. La menciono porque sin ninguna duda es una persona sumamente generosa, que ha sido mi asistente desde hace muchos proyectos, y siempre se ha comportado de manera ideal yendo más allá de lo que se espera, siendo completamente incondicional en su colaboración tanto con Lucy como conmigo. Y esto último es lo que ha caracterizado al equipo cercano que viene navegando con nosotros a través de todos estos años: trabajar incansablemente sin que importen las recompensas o los intereses personales.
Hace años cuando preparábamos “La Ópera de los Tres Centavos” repetía a todos mis compañeros creativos que tuviéramos en cuenta que la Obra nos superaba por mucho a cada uno de nosotros, y que solo sumando esfuerzos podríamos hacerle frente, creo que sigue siendo la máxima que rige nuestro trabajo y que nos permite seguir a flote. La lista interminable incluye a muchos más artistas que también se han convertido en grandes amigos y amigas, como los bailarines principales del Ballet de Cámara de Jalisco: Argelia García (la genial modelo de AMADEUS), Ale Quiles, y Aldo Kattón (Nuestros actuales modelos en Peer Gynt). Iván Pérez el actual concertino de la Orquesta Filarmónica de Jalisco, que soporta estoico mis afilados comentarios. Los actores Jesús Hernández, y Samantha Robles, incondicionales y que antes que artistas son mis amigos, al igual que Eduardo Villalpando, Enrique Álvarez y muchos más. Y por supuesto mi escenógrafo privado José Carlos Pelayo, a quien después de AMADEUS lo buscaron muchos productores y directores teatrales para obtener la misma respuesta: yo no me dedico a eso, sólo trabajo en los Proyectos de Jorge Taddeo, lo cual le agradezco, pues conoce tan bien como yo el enorme esfuerzo que representa adquirir compromisos de ese tamaño, y el saber que cuento con él y con Lucy, siempre aligeran la pesada carga de este Productor y Director. Y por último mi eterno agradecimiento a la Dra. Myriam Vachez por haber apoyado y creído en tantos proyectos que incluyen Óperas, Espectáculos Multidisciplinarios, Obras de Teatro de Cámara, Conciertos y hasta un Disco Compacto de Música Nórdica.
Hoy nos encontramos preparando otra obra monumental que es “Peer Gynt” de Ibsen-Grieg, un proyecto con las proporciones de AMADEUS, pero quizás más compleja y ambiciosa aún. Viejos conocidos creativos y artistas vuelven al barco junto a nuevos artistas jóvenes y veteranos, y allá vamos en ese viaje interminable que espero nos convierta en mejores seres humanos.
Jt

FRAGMENTOS DE UNA ENTREVISTA INTERMINABLE II

¿PODRÍA DESCRIBIRNOS COMO FUE EL PROCESO DE ADAPTACIÓN DE LA OBRA,
PARA SU PRÓXIMO MONTAJE DE PEER GYNT?
Como ya he comentado anteriormente la obra completa de Ibsen en 5 actos es sumamente extensa y más aún al encomendar a Edvard Grieg la música incidental de la obra, con lo que el resultado sería una obra de casi 7 horas. El estreno duró 5 horas, pero Ibsen hizo cortes importantes a su obra en aquella ocasión. Tengo entendido que suprimió el cuadro de los extranjeros en el cuarto acto, entro otras modificaciones.
En lo personal, previamente a comenzar la adaptación organicé una lectura de la obra integral y duramos cuatro horas y media de corrido, fue curioso porque todos los actores y actrices que invitamos a la lectura fueron partiendo pues tenían otros compromisos y al final sólo quedamos el actor Jesús Hernández y yo leyendo los últimos cuadros, para completar nuestra tarea.
Creo que mi proceso comenzaría con la experiencia de la última adaptación dramática con AMADEUS de Peter Shaffer donde especialmente el personaje de Antonio Salieri, tiene unos parlamentos inmensos y junto a Wolfgang Amadeus Mozart llevan prácticamente en sus hombros toda la obra. Quedó muy clara la necesidad de sintetizar a Salieri sin perder su esencia, aparte la obra estaba escenificada desde una plataforma multidisciplinaria y se incluían importantes fragmentos de las óperas mozartianas y de su obra instrumental de su última década de vida, lo que nos restaba más tiempo, pues no podía extenderme más de dos horas y media, por diversos factores. El sábado daríamos una función doble y tampoco podemos abusar de la concentración y el interés del público, pues es ante todo un espectáculo que si bien espero provoque inquietudes y reflexiones
también debe de ser disfrutable como tal.
Con PEER GYNT las complicaciones aparecían de inmediato a la vista, teníamos un número enorme de personajes, que en su momento también tenían parlamentos interminables, como por ejemplo el sermón del Pastor al principio del quinto acto, y que aparte era uno de los textos más elogiados de Ibsen por los especialistas de su época. Pero mi recuerdo de la lectura antes mencionada seguía muy vivo, y ya para cuando estábamos en el quinto acto, decidí leer personalmente al Pastor y cambiar un poco el aire enrarecido de la lectura para los gentiles actores que no tenían idea de la tarea que teníamos por delante aquella tarde, así que podía constatar la desesperación de algunos mientras leía cada cuartilla del pastor. Parafraseando una expresión común, tal parecía que preguntaban la hora y como respuesta se daba la historia del calendario.
Los caminos se dividen y mientras que para algunos este tipo de obras fueron creadas exclusivamente para ser leídas, librándose así de las grandes complicaciones de montaje, y poder así reflexionar ampliamente sobre cada detalle del interés del lector, que como escribió el maestro Ernesto de la Peña en su obra póstuma sobre Rabelais: “Carpe risum”, incluso para el lector actual es muy difícil abordar obras de esta magnitud, astronómica la diferencia en comparación con “Gargantúa y Pantagruel”, porque hay una escasez de tiempo del bueno, el que nos permite regresar las páginas y viajar hacia atrás o adelante sin una urgencia por terminar nuestra lectura, embebidos del gran placer que produce esta. Así que volviendo a PEER GYNT pues nos encontramos en digresiones gigantes por parte de Peer, pero también de otros personajes, que por decir lo menos terminan explicando demasiado cuando queremos ubicarla en un escenario por interesante que pueda ser la temática, así que mi enorme tarea consistiría en depurar todos esos parlamentos dejando lo estrictamente funcional desde mi visión, que pudiera permitirnos ligarla más al terreno de la acción, y evitando en lo posible lo que no contribuyera a presentarnos a los personajes y sus objetivos, reduciendo sus aproximadamente 40,000 palabras a poco menos de 20,000.
Y el primer conflicto al hacer esto es decidir quitar cuadros que para uno pueden ser incluso muy amenos, por ejemplo el cuadro del encuentro de Peer con las orangutanes, después de que su yate explota y queda abandonado en el desierto. O la narración en la subasta del último acto de la llegada del diablo a una feria en San Francisco con un cerdo escondido bajo su manto, o ¿por qué no? el mismo sermón del pastor que fui abreviando hasta que al final terminó suprimido. Pero no por el hecho de haberlos quitado, podemos dejar de tenerlos presentes como actores y director, pues la esencia de esos cuadros es la que nos permite la transición imperturbable a lo largo de la obra.
En resumen y para ya no pecar del objetivo de está respuesta que es la síntesis antes de la elocuencia, puedo decir que los tres primeros actos de la obra en que conocemos a un Peer Gynt joven, quedaron reunidos en la primera parte, y los actos cuarto y quinto con el Peer Gynt maduro y después viejo, conforman la segunda. La obra tendrá una duración total de cerca de dos horas y media.

JT

PEER GYNT o el Fausto Noruego

PEER GYNT
o el Fausto Noruego

En el principio fueron los griegos, después Shakespeare y entonces vino Ibsen. O sea un viaje de alrededor de 2,350 años por lo más destacado de la literatura dramática (En el 523 a.C., nace Esquilo, en 1564 el dramaturgo inglés y en 1828 el autor noruego.) En 1749 nació el Goethe que fue una fuerza creadora y catalizadora que como a tantos otros, influenció tremendamente a Henrik Ibsen. Peer Gynt fue escrita en 1867 y este año cumple 150 años. Ha sido una obra calificada muchas veces como imposible de escenificar, por su duración extrema (5 actos) y requerimientos escénicos como el hundimiento de un barco, un cuadro completamente obscuro, y una serie de personajes con una considerable carga filosófica, una serie de digresiones por parte de Peer Gynt sobre la vida del hombre, la búsqueda del yo indivisible, la locura, sus aventuras, y por supuesto sus encuentros con las creaturas más sorprendentes que van desde duendes, brujas y pastoras hasta mercenarios internacionales, hombres religiosos, mujeres árabes, enviados celestiales, y hasta el mismísimo diablo. A esto podríamos sumar la comisión a su compatriota Edvard Grieg para componer la música incidental de la obra en 1874, para estrenarla en 1876 con una duración de 5 horas. Incluyendo algunos cortes planteados por Ibsen quien pensaba editar bastante el acto IV. Como muchos años después pasaría también con la Ópera de los tres Centavos, en la colaboración de Brecht y Weill; Grieg independizó la música incidental de la obra, de donde surgieron 2 suites orquestales que se han convertido en repertorio obligado de todas las orquestas del mundo, pero en donde evitó la música más dramática de la obra, teniendo como resultado una gran accesibilidad al público en general. Muchas de las piezas compuestas para la obra por Grieg, están en el imaginario de la gente de todo el mundo, pues han sido utilizadas en infinidad de películas, dibujos animados, obras de teatro, comerciales de radio y televisión, etc., al grado que mientras encontramos a mucha gente que en su vida a escuchado hablar de Peer Gynt, y que incluso no tienen un contacto cercano con la música clásica, se sorprenden al darse cuenta que conocen la música perfectamente. No es para menos pues la lista donde aparece es inmensa, por lo que sólo menciono algunos títulos destacados: Películas: Social Network (2010), Embers (2015), Knight of cups ( (2015), Scoop (2016), Una noche en el museo (2009) Series de televisión: Merlí (2016), Neruda (2016), Como conocí a tu madre T.7, Series animadas: 4 episodios de “Los Simpsons”, 9 episodios de “Animaniacs”, 14 episodios de “Ren y Stimpy” y por supuesto con los personajes de Walt Disney. Comerciales: Actualmente hay uno de el financiero-bloomberg, aparte de covers de bandas famosas y por supuesto todas las películas y adaptaciones directas de la obra llevadas al cine. Aparte de la música de Grieg, la obra fue compuesta como ópera por Werner Egk en 1936, y Alfred Schnittke compuso la música original para el ballet de Peer Gynt que coreografiara John Neumeier. La obra describe un viaje incansable de Peer Gynt primero por Noruega y después por el mundo. Al final del tercer acto ante un arrepentimiento incontenible abandona Noruega, pero antes del quinto acto, es el arrepentimiento el que lo lleva a regresar a su tierra para encontrarse con las consecuencias de sus creencias más profundas y es por ello que es enfrentado ante los seres sobrenaturales que mencionamos antes, pero junto a una luz pura y redentora representada por Solveig, quien lo esperó muchas décadas creyendo en el tiempo del encuentro, hace frente a su destino. Desde su estreno, Peer Gynt se ha llevado a escena en todo el mundo, junto a otras de sus obras famosas como “El Pato Salvaje”, “Casa de muñecas”, “Espectros”, etc., pero la opinión especializada coincide en que la obra maestra de Ibsen es Peer Gynt. Incluso para el especialista Rolf Fjelde, Peer Gynt es una de las tres obras más importantes en la historia como drama filosófico, junto a Hamlet y a Fausto.

Jorge Taddeo

Fragmentos de una Entrevista Interminable con Jorge Taddeo

Fragmentos de una Entrevista Interminable
con Jorge Taddeo

¿Existe alguna relación entre Peer Gynt y Amadeus, o incluso con otras de las obras que has
dirigido?

Si, hay un Leitmotiv en todas ellas. El más elemental es que son obras que pueden ser abordadas desde una plataforma multidisciplinaria. En Amadeus de Peter Shaffer, casi toda la música incidental es de Mozart, y con algunos fragmentos de Salieri. Vemos en una representación actores, cantantes de ópera, bailarines clásicos y músicos, trabajando por un todo escénico. En esa obra, Shaffer fue muy hábil al elegir a un protagonista como Amadeus, donde por supuesto su música sería perfecta, casi como un “personaje” más. A Salieri lo hacen ver como un compositor menor, lo que no es cierto de ninguna manera. Se trata de esos momentos extraños donde por ejemplo, existió un bajo cantante del tamaño de Jerome Hines, que hubiera sido el mejor del mundo si no hubiera existido en la misma época Cesare Siepi. Pequeño detalle. Entonces si grandes compositores tuvieron la suerte de nacer en los tiempos de J. S. Bach, Mozart, Beethoven, o Wagner, era casi justificable que denunciaran que los dados estaban marcados, o como escribiera Robertson Davies en su maravilloso libro: “La Lira de Orfeo”: Dios es un bromista incorregible.
Retomando el hilo de la elección de obras para mis montajes podría decir que en Peer Gynt encontraremos una puesta con dotaciones semejantes a las de Amadeus. La obra de Henrik Ibsen no fue estrenada inmediatamente, pues sus dimensiones eran muy grandes y exigía posibilidades escénicas que iban más allá de lo que se hacía en el teatro de su época (1867), pero siguió adelante y comisionó la obra a su paisano Edvard Grieg, creando una de las grandes fusiones escénicas de la historia teatral, que me atrevería a decir sólo sería igualada por “La Ópera de los Tres Centavos” de Brecht-Weill, lo que nos da otra pista sobre el Leitmotiv que mencionaba anteriormente como director y productor, pues la estrené en el 2012. Así que en estas tres obras encontramos todas las disciplinas ya mencionadas. En Peer Gynt muchos de los actores cantan y el compositor se las ingenia para que sea muy poderosa la interpretación vocal de los actores no exigiendo un gran registro, pero si un pulso que los presente sumamente activos como cantantes-actores. Hay un personaje que es Solveig “la única”, quien debe tener una formación como cantante operística, pues su célebre canción tiene una dificultad considerable, lo que lleva en muchas ocasiones y nosotros no seremos la excepción a utilizar a dos Solveigs en una función, la Solveig actriz y la Solveig cantante, también tendremos dos Peer Gynts (incluso 3 pero ya ahondaremos en otro momento sobre esto). Y de igual manera, en “La Ópera de los Tres Centavos” los actores cantan música de gran fuerza también en un registro central, pero en el caso de Mackie Navaja, el registro es muy amplio y se necesita de un cantante-actor, siendo más difícil que en el caso de Solveig, alternar las dos disciplinas, pues Mackie está en escena todo el tiempo. El ballet figura en las tres obras desde accesos muy diferentes: Con Weill se trata de un ambiente de cabaret alemán, con Shaffer de música clásica y con Grieg si bien hay una vena romántica muy definida, hay un enlace muy fuerte con el folklore y por ende con la magia, la fantasía y las leyendas.
Para mí Peer es un viajero incansable, ya desde el principio de la obra es alguien que recorre grandes distancias dentro de Noruega, si bien lo hace generalmente para evadir sus responsabilidades, nunca deja de viajar a lo largo de su vida. Recorre Alemania, Italia, Francia, Suecia, Norteamérica, Panamá, Marruecos, Egipto, etc., Me atrevería a definir la obra como un viaje del protagonista hacia el conocimiento de uno mismo. Si seguimos con las contrapartes, Amadeus fue otro gran viajero a quien encontramos en la obra de Shaffer en sus últimos 10 años de vida, siendo el resultado de su experiencia en estos viajes, lo que lo lleva a establecerse en Viena. Mackie recorre los barrios bajos y altos de Londres y recuerda junto a su amigo Brown, el jefe de la policía, sus años como soldados cuando fueron a la guerra.
Hay un móvil tremendo en todas estas obras que no puedo dejar de observar: su poderosa relación con las mujeres. Mackie tiene dos esposas simultáneas y una amante prostituta y cada una a su manera le ocasionarán serios problemas. Amadeus estaba enamorado de la hermana de su esposa Constanze y si bien no cristalizó en matrimonio hubo una relación previa a la boda con la hermana. Según la obra, Mozart se mete con la alumna favorita de Salieri: Catalina Cavalieri y la lista podría seguir en otro momento. Y sobre Peer Gynt… rapta a Ingrid en su fiesta de bodas, seduciéndola por mutuo acuerdo pero después la abandona. Se mete con las tres pastoras que encuentra en la montaña del Val, y posteriormente con una Mujer Duende, hija del Rey de Dovre, sin embargo ya había encontrado a “la única” a Solveig, aún faltaría que se encontrara con Anitra en el extranjero, y no sabemos cuantas pasaron por sus brazos pero podemos deducir que muchas más…
Me gustaría volver en otra ocasión sobre las similitudes entre mis proyectos escénicos, y por supuesto definir porque me refiero a Solveig como “la única”, pero creo que por ahora ha sido suficiente. Hasta pronto.

Jt

Recordando «El Niño y los Sortilegios»

EL NIÑO Y LOS SORTILEGIOS

Guadalajara 2014 Nov 1 y 2 Teatro Degollado

Una constante en mi carrera ha sido el abordar repertorio poco común, que considero no
se hace tan seguido por las dificultades que representa, más que porque no posea una
enorme calidad artística. Pero cuando se enamora uno de obras como la que titula este texto,
hay una fuerza que nos impulsa a producirlas independientesmente de los escollos que haya
que afrontar.

Hay un gran número de óperas que no suelen estar en el repertorio de las casas líricas,
como es el caso de «L’Enfant et les Sortilèges» de Maurice Ravel con libreto de Colette.

A pesar de su brevedad es una obra de una complejidad y dificultad impresionante,
pues al intentar Ravel crear una obra escénica en el espíritu de lo que era el musical
americano de los 20’s, lo conforma mediante una serie de números de gran brevedad.
Algunos de un minuto de duración y normalmente oscilando entre 3 y 5 minutos, por lo
que cada escena debe tener un mund propio e impactante, que vuelve a cambiar de
inmediato otras escenas.

Vaya mente genial la de Ravel, para poder imaginar algo así.
Un mundo donde alterna una taza china a quien le asignan un recurso fonético que suena a
chino pero no es chino y que a la vez hace un dúo (foxtrot) con una tetera inglesa que requiere por cierto de un tenor que debe cantar un fa sobreagudo (falsete, pero sigue siendo un fa).
Un reloj desconsolado porque un niño malvado le arrancó el péndulo que lo deja desnudo
y con una sensación de vacío en su interior, nunca más conocerá la exactitud y ya comienza
a divagar, según el maravilloso libreto de Colette, que es una mezcla de poesía y fantasía.

La soprano coloratura que debe alternar entre un fuego amenazante, una princesa destruida a
punto de ser condenada para siempre (de nuevo por culpa del niño) y un ruiseñor que hace un
dúo concertante con una libélula y todos los animales del bosque. Esos últimos interpretados
por un coro a quienes Ravel pide que se aprieten la nariz y emitan una serie de sonidos y
efectos que emulan a los sonidos del bosque.
Murciélagos, Ardillas, Bestias, Sillones y por supuest un dúo de gatos en el que de nuevo
Ravel plasma el idioma de los felinos de manera magistral.

Y a su vez la Orquesta tiene un trabajo extenuante, 50 minutos de una concentración total
pues hay que pensar en sonoridades muy controladas, efectos , matices sutiles, con una
orquestación fuera de serie de ese gran maestro que fue Ravel.

Para nuestro estreno de esta noche, tengo una invitada de honor que es la Mtra. Teresa
Rodríguez que es una reconocida coach mexicana y que conoce la obra profundamente,
cada detalle escrito por Ravel lo ha reflexionado y le permite encarar la dirección de la
orquesta con gran dominio. La Mtra. Lucy Arce es la coreógrafa de la Compañía
del Ballet de Cámara de Jalisco quienes participan también en la función, y a su vez colaboró
conmigo estrechamente en el trazo escénico de la obra pidiendo a los cantantes moverse con
otras exigencias distintas a las de la vieja escuela. A mi cargo estuvo la dirección escénica
y artística de la ópera, y ha sido una experiencia muy especial el poder concretarla por fin.

A diferencia de Rattle quien en su reciente grabación de estudio se rodeó de los cantantes más prestigiados del mundo para crear una versión encantadora de la obra, nosotros intentamos
colaborar con cantantes en su mayoría muy jóvenes, pero que tuvieran esa madera que se
requiere para ser un cantante de ópera, y estoy seguro de que muchos de ellos pronto comenzarán
a aparecer en otras producciones, como ya lo están haciendo algunos de sus compañeros.
Sigo creyendo que aunado al desarrollo integral artístico, debe de existir un comportamiento
intachable, una actitud de respeto hacia la obra y hacia los creativos y sus compañeros, que
es lo que asegurará un desarrollo hacia un futuro posible como artistas y como seres humanos.
Y debo decir que me halaga mucho siempre que descubro esa clase de personas.

A la Italiana


Liriche del novecento italiano.
Recorrido por los compositores más importantes del Novecento Italiano (Pizzetti, Zandonai, Respighi, Alfano y Ghedini) con canciones de gran belleza que normalmente no se presentan en los escenarios del mundo.
Piano: Tonatiuh Térriquez
Tenor: Jorge Taddeo